La reflección más pura de la conciencia es la que se logra en la comprención de saber que cada acción en nuestras vidad, tendrá una consecuencia consecutiva.

martes, 26 de agosto de 2014

ENTRE APARIENCIAS Y MEDITACIONES


(PRIMERA PARTE EL PROBLEMA DE LA CAPTACION SENSORIAL)

Vemos la vida a través de un cristal lleno de agujeros y de huecos vamos descubriéndonos entre esos fractales, que nos llevan a preguntarnos muchas cosas sobre la existencia de lo que afuera de nuestro mundo se puede percibir como cierto aunque no siempre todo lo que podemos percibir es realmente cierto, la gran mayoría de cosas no lo son,  pues vivimos en un mundo en donde las apariencias parece que dominan todo cuanto nos rodea, aun que la pregunta aquí es ¿Porqué existen estas apariencias? La gran mayoría de apariencias pertenecen a nuestro imaginario, son creadas por nuestras fantasías, por la imposibilidad de no poder dejar que nuestra mente fluya de otra forma más  que a la que la hemos acostumbrado, así nuestros ojos, nuestros oídos, nuestro gusto, nuestro tacto y otros de nuestros sentidos como el olfato y la percepción se ven seriamente atrofiadas mucho antes de que descubramos que es lo que realmente queremos o deseamos, así nos vamos dando cuenta, que el gran problema,  si es que la humanidad tiene un problema es aprender a observar y por tanto a discernir, la meditación, que es la forma más elevada de poder entender la inteligencia del mundo nos es negada ya que nuestros sentidos no están acostumbrados a su encuentro, así, y antes de que pudiéramos darnos cuenta nos vamos volviendo negados para concebir otra forma de conciencia y por tanto de conocimiento.
Es por eso que nuestras limitaciones sensoriales son incapaces de ver el detalle y  el entorno,  pues nuestros sentidos son incapaces de acostumbrarse a ir mas allá del cristal que estamos observando si viéramos con claridad, veríamos que no es un solo cristal el que percibimos sino múltiples cristales de sal que lo conforman y que a sus vez están conformados por miles de partículas más, así, la visión se va acostumbrando a lo total mas no a desmembrar aquello que lo conforma y que es el detalle, lo total no existe en el  entorno, porque nada es totalidad absoluta de algo, nada es la nada y de la nada parte la nada, así, se establece el detalle y el entorno, que no buscan ni la parte ni el todo, pues la parte y el todo  no existen, pues lo que existe es el entorno y con él sus detalles, detalles que nunca alcanzamos a percibir, por buscar las partes o el todo, pues el detalle es mucho más pequeño que mismo entorno observable, así mismo el entorno no puede ser descrito, tan solo por la contemplación, y ni aun así puede ser descrito, ya que lo que uno mira no es lo que en realidad se contempla, pues la contemplación va mas allá de lo observado.
Pues el misticismo de la contemplación es algo que supera nuestro propio cuerpo físico, nuestro propio talento motriz al cual estamos sumamente acostumbrados, la meditación mística desaparece todo lo que existe y que no nos es útil para comprender, entender y analizar, desaparece así  todo sonido y lo agrupa en la ausencia de eso que llamamos sonido, así pasa con todo lo que percibimos y llamamos entorno físico.
Es por esto que para alcanzar este misticismo contemplativo es necesaria la soledad, el apartarse de todo aquello que es banal y quimérico, hasta lograr unir la vida y la muerte y desaparecerlas a las dos, pues lo místico traspasa a la vida y a la muerte, es más que estos dos espectros que nos acompañan en nuestro camino. , es por ello que el arte de lo místico requiere de una extrema contemplación de todos nuestros sentido y el control y el enfoque de estos, pues busca no la perfección, sino la desaparición de todo lo que le rodea y le estorba ara alcanzar esa perfección llamada no existente, es por esto que el arte místico intelectual de la contemplación creadora, es mas allá que todo, es la belleza de lo que no es nada, de lo que es como dijimos anteriormente el detalle de lo que se extiende ante nuestros ojos y que llamamos exterior, paisaje, etc.
Y es aquí en donde el artista llega a reposar en brazos de la nada inspiradora que deja libremente a su mente, fuera de todo mentira ideológica, de todo el mundo banal que no sirve para nada, pues cuando algo ya está en el mundo ya no sirve para el arte,  pues la belleza de lo que se escribe, de lo que se pinta, de lo que se crea, no estriba en la creación misma sino en la procedencia, su procedencia siempre  está en este misticismo contemplativo,  y en donde es necesario recuperar el jansenismo, ese sentido vital de encierro y silencio. Pues el ser humano con tanto ruido a su alrededor ya no puede pensar, ya no sabe nada, ya no se reconoce así mismo cuando se mira en el espejo, es por ello  necesario y fundamental volver al silencio primordial de la nada, a la desconexión del mundo, al estado primordial en donde el pensamiento se perdió y que fue antes de la electricidad, pues la modernidad esta encontrar de la contemplación y del pensamiento, de la razón que es lo único que nos distingue de otros animales y especies,  y que tan solo se obtiene mediante el pensamiento sereno, mediante la meditación y la contemplación.
Pero aun no hemos definido lo que entendemos por meditación, contemplación y misticismo,  por meditación entendemos: la definición dada por el latín y que se refiere a: (La meditación (del latín meditatĭo, -ōnis) describe la práctica de un estado de atención concentrada, sobre un objeto externo, pensamiento, la propia consciencia, o el propio estado de concentración.)  Desde este sentido nos referimos a un estado de concentración y de conciencia que intenta por medio de la contemplación que entendemos aquí como: (La contemplación es el estado espiritual que aparece en el ser humano cuando practica el silencio mental. El silencio mental se consigue con el desapego de pensamientos y sensaciones. Se puede trabajar para que aparezca mediante la meditación o la oración en silencio. El desapego por lo material surgirá como resultado de la práctica.) en este caso no nos referimos a la contemplación religiosa, sino a la contemplación y a la meditación que se alcanzan por medio de la razón intelectual, es ese breve chispazo de razón en el cual encontramos verdades que sin ser absolutas nos llevan a un estado de misticismo el cual llamamos aquí como misticismo intelectual y que no tiene que ver con un estado religioso sino espiritual y racional, es por así decirlo el estado en donde el alma se funde con la mente y el pensamiento del silencio en busca de un encuentro místico muy similar a los éxtasis descritos por Plotino y su filosofía fenomenológica estética.
El éxtasis del misticismo intelectual nos habla de esa inspiración sublime de la soledad en donde el silencio y la contemplación desestructura las estructuras de esta aparente realidad en la cual nos damos cuenta mediante esta meditación que todo lo que nos rodea no existe, sino que tan solo son estructuras creadas por nuestra propia mente, en donde los limites tanto nuestros como de las cosas que nos rodean desaparecen, es aquí, que la meditación nos da una nueva visión y nos enmarca los limites de todo lo que nos  rodea determinando su no existencia, pues todo lo que nos rodea no existe realmente, no existe en tanto no existen sus estructuras más que en este mundo irreal de apariencia al cual pertenecemos  es entonces que la razón y el lenguaje que también son estructurales cambian de su contemplación simplemente artificial a una percepción mas armónica de lo que cohabita con nuestro entono y nosotros.

Viviéndose un lenguaje sin palabras, mas que las del pensamiento, es aquí cuando nuestro ser en verdad cohabita con nuestra existencia mas intima y que es la de escuchar nuestros propios pensamientos, sin más intervención que el silencio de nuestra mente que fluye a través de muchas ideas y a la vez en ninguna, ya que es aquí en el misticismo intelectual que se alcanza la grandeza de la única libertad verdadera que tenemos en realidad, esta es la esencia vital de lo que nosotros llamamos existir. 

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